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Preguntas frecuentes de pacientes y cuidadores sobre las vacunas contra la COVID-19

Vacúnese, pero actúe como si no estuviera vacunado

Cuando decimos que “actúe como si no estuviera vacunado” nos referimos a que, además de vacunarse contra la COVID-19, los pacientes con cáncer de la sangre deberían seguir tomando medidas preventivas, tales como llevar mascarillas, cumplir con el distanciamiento social, lavarse las manos con frecuencia y evitar las multitudes y los espacios cerrados con mala ventilación. Esto es especialmente importante debido a la posibilidad de que algunos de ellos no logren la protección óptima de las vacunas y por eso podrían ser más susceptibles a infectarse por el virus de la COVID-19 tras la vacunación, en comparación con la población general. Los funcionarios de los CDC recomiendan que algunas personas que ya se han vacunado completamente, incluso aquellas sin cáncer de la sangre ni otro tipo de afección que pueda debilitar el sistema inmunitario, lleven mascarillas en espacios cerrados si viven en áreas con propagación considerable o alta del virus (el enlace está en inglés).

El personal de LLS ha publicado los datos de más de 1,400 pacientes con cáncer de la sangre inscritos en su Registro Nacional de Pacientes que muestran que hasta el 25% de los pacientes con cáncer de la sangre no producen niveles medibles de anticuerpos contra la COVID-19 más de dos semanas después de haber recibido su segunda dosis de una vacuna de tipo ARNm (de Pfizer o Moderna). Con base en estos y otros datos parecidos, provenientes de otros estudios realizados en personas inmunocomprometidas, los funcionarios de los CDC recomiendan la administración de una tercera dosis de la vacuna (tras la serie principal de dos dosis) en el caso de la mayoría de los pacientes con cáncer de la sangre de 12 años de edad en adelante.

Aunque algunos pacientes con neoplasias malignas no presentarán una repuesta plena de anticuerpos en comparación con las personas sanas, las vacunas son seguras y ofrecen protección a la mayoría de los pacientes con cáncer de la sangre.

ACTUALIZACIONES IMPORTANTES

El 13 de agosto, los CDC actualizaron sus recomendaciones respecto de la vacunación contra la COVID-19 para incluir la administración de una dosis adicional (de la vacuna de Pfizer o Moderna) en el caso de la mayoría de los pacientes con cáncer de la sangre. Esto sucedió a una modificación, por parte de la FDA, de las autorizaciones de las vacunas de Moderna y Pfizer que permite el uso de una dosis adicional de las mismas “en ciertas personas inmunocomprometidas”.

El personal de LLS recomienda que todas las personas ya vacunadas, con diagnóstico actual o previo de cáncer de la sangre, consulten con el equipo de profesionales médicos encargados de su atención sobre la recomendación de recibir otra dosis de la vacuna y cuándo deberían recibirla. Aquellas que no estén vacunadas deberían hablar con ellos sobre la posibilidad de empezar a recibir la serie de vacunas tan pronto como sea posible.

El Registro Nacional de Pacientes de LLS, un proyecto del Michael J. Garil Patient Data Collective, iniciará un estudio nuevo con el objetivo de hacer un seguimiento de la respuesta que presentan los pacientes con cáncer de la sangre a la dosis adicional de la vacuna. Se prevé que dicho estudio se inicie a principios de septiembre. Haga clic aquí para obtener más información sobre el Registro.

ACTUALIZACIÓN PREVIA

El 30 de julio del 2021, la FDA otorgó la autorización de uso de emergencia (EUA, por sus siglas en inglés) al “cóctel” de anticuerpos REGEN-COV como medida de prevención para las personas que han estado expuestas al virus de la COVID-19, así como para aquellas que corren un alto riesgo de progresión a enfermedad grave debido a que no están completamente vacunadas o a que no se prevé que presenten una respuesta adecuada a la vacunación. Además, la autorización de uso de emergencia permite la administración mensual del REGEN-COV a personas de 12 años de edad en adelante que necesiten repetir la dosis debido a una exposición continua.

Los pacientes con cáncer de la sangre deberían consultar de inmediato con su médico si han estado expuestos al virus de la COVID-19. Si usted da positivo en la prueba de detección, o incluso si da negativo pero corre un alto riesgo de contraer el virus, su médico debería poder ayudarlo a conseguir este cóctel de anticuerpos para evitar que se enferme.

Gwen

Mensaje de la directora médica general de LLS, Gwen Nichols

La Sociedad de Lucha contra la Leucemia y el Linfoma (LLS, por sus siglas en inglés) recibe comentarios diariamente de pacientes con cáncer de la sangre y sus cuidadores acerca de las profundas maneras en las que la pandemia afecta su atención médica para el cáncer y sus vidas diarias. Esto incluye preguntas sobre las vacunas contra la COVID-19 y qué tan bien surten efecto en las personas con cáncer de la sangre.

La directora médica general de LLS, Gwen Nichols, MD, aborda aquí algunas preguntas frecuentes de los pacientes con cáncer de la sangre y sus cuidadores con base en la información con la que contamos ahora. Animamos a los pacientes con cáncer de la sangre, así como a sus familiares y cuidadores a vacunarse, a menos que tengan cierta contraindicación médica a las vacunas.

Comprendemos que tal vez sienta incertidumbre sobre los efectos de la COVID-19 en su atención médica para el cáncer y que a lo mejor tiene muchas preguntas sobre cuándo debería vacunarse. A medida que sigue orientándose en cuanto a su atención médica durante estos tiempos difíciles, LLS ofrece una gran variedad de recursos educativos y servicios de apoyo que pueden ser de ayuda. Puede comunicarse con los Especialistas en Información de LLS, que son profesionales altamente capacitados y especializados en oncología, haciendo clic aquí.

Última actualización el 13 de agosto de 2021

PREGUNTAS DE LOS PACIENTES CON CÁNCER DE LA SANGRE QUE SE HAN VACUNADO

Como paciente con cáncer de la sangre, ahora que estoy vacunado, ¿puedo reanudar las actividades “normales”, tales como asistir a actividades deportivas y conciertos?

Los pacientes con cáncer de la sangre que se han vacunado completamente contra la COVID-19 deberían seguir tomando medidas preventivas, tales como llevar mascarillas, cumplir con el distanciamiento social, lavarse las manos con frecuencia y evitar las multitudes y los espacios cerrados con mala ventilación. Esto es especialmente importante debido a la posibilidad de que algunos de ellos no logren la protección óptima de las vacunas y por eso sean más susceptibles a infectarse por el virus de la COVID-19 tras la vacunación, en comparación con la población general (haga clic aquí para leer información, en inglés, sobre un estudio reciente realizado en el Reino Unido).

Soy un paciente con cáncer de la sangre que se ha vacunado completamente, pero que dio negativo en la prueba de anticuerpos. ¿Qué significa eso en mi caso? y ¿qué precauciones debería tomar?

Animamos a todas las personas a que compartan los resultados de sus pruebas de anticuerpos con sus médicos, pero especialmente a aquellas con resultados negativos en la prueba de detección de anticuerpos contra la proteína de la espícula. Usted también debería seguir tomando precauciones de prevención (llevar una mascarilla, cumplir con el distanciamiento social, lavarse las manos con frecuencia y evitar las multitudes y los espacios cerrados con mala ventilación) y alentar a los que lo rodean a vacunarse, por su propia protección y por la suya.

Algunos pacientes podrían presentar una respuesta de anticuerpos menos fuerte, debido al tipo de cáncer de la sangre que tienen y al tipo de tratamiento que han recibido. Esto NO significa que la vacunación sea inútil.

Los anticuerpos son solo una parte de la respuesta; hay otras maneras en las que el sistema inmunitario responde a la vacunación que pueden brindar protección. Las células inmunitarias denominadas células T podrían tener una función en la capacidad de nuestro sistema inmunitario para protegernos contra la COVID-19. Esta es una de las cuestiones que LLS está evaluando a través de nuestro Registro Nacional de Pacientes, un proyecto del Michael J. Garil Patient Data Collective. Compartiremos los resultados de estos estudios de investigación con los pacientes y la comunidad médica, y ya hemos compartido los datos preliminares de seguridad. (Los enlaces están en inglés).

Si usted es un participante actual del registro y tiene más preguntas sobre sus pruebas de anticuerpos, visite nuestra página de preguntas frecuentes sobre el estudio COVID (en inglés).

¿Deberían los pacientes con cáncer de la sangre considerar la posibilidad de recibir una dosis de refuerzo?

El 13 de agosto, los CDC actualizaron sus recomendaciones para incluir la administración de una dosis adicional de la vacuna (de Pfizer o Moderna) a la mayoría de los pacientes con cáncer de la sangre. Instamos a todas las personas a que consulten con su médico, especialmente a aquellas con resultados negativos en la prueba de detección de anticuerpos contra la proteína de la espícula, sobre la recomendación de recibir una dosis adicional de la vacuna y cuándo deberían recibirla.

He leído acerca de un ensayo clínico para evaluar la administración de una dosis de refuerzo y parece que dio resultado. ¿Significa eso que es segura?

No tenemos ningún motivo para creer que la seguridad de la dosis de refuerzo ocasionará problema alguno, ni se han planteado inquietudes específicas en cuanto a seguridad en el pequeño número de estudios que se han completado hasta ahora. Los expertos concuerdan en que los riesgos asociados a la COVID-19 superan cualquier riesgo de la vacunación y que cualquier nivel de protección es mejor que ninguno.

Soy un paciente con cáncer de la sangre que se ha vacunado completamente. ¿Significa esto que puedo dejar de llevar una mascarilla?

Nosotros le recomendamos que siga llevando una mascarilla y tomando otras precauciones para evitar infectarse. Si bien en las directrices más recientes de los CDC se establece que las personas completamente vacunadas pueden reanudar sus actividades sin necesidad de llevar una mascarilla, también se afirma que si la persona tiene alguna afección, o toma medicamentos que debilitan el sistema inmunitario, debería seguir tomando todas las precauciones.

Soy un paciente con cáncer de la sangre que está completamente vacunado contra la COVID-19. ¿Puedo reanudar los viajes?

Si bien se están levantando gradualmente las restricciones debidas a la COVID-19 y los CDC han actualizado sus directrices para las personas completamente vacunadas que viajan dentro del país, los pacientes con cáncer de la sangre deberían seguir siendo cautelosos en cuanto a viajar. A pesar de que todos estamos ansiosos por volver a la normalidad, los viajes aumentan las posibilidades de infectarse por el virus causante de la COVID-19 y de propagar la enfermedad. Si usted es un paciente o sobreviviente de cáncer, o su cuidador, antes de pensar en la posibilidad de viajar, pregúntele al equipo de especialistas encargados de su atención para el cáncer si hay alguna otra precaución que debería tomar. Siga siempre cumpliendo con el distanciamiento social, lleve una mascarilla, lávese las manos frecuentemente y evite las multitudes y los espacios cerrados con mala ventilación.

PREGUNTAS SOBRE LA DISPONIBILIDAD Y EL ACCESO A LAS VACUNAS

¿Qué vacunas contra la COVID-19 han sido autorizadas o aprobadas?

En los Estados Unidos, actualmente hay tres vacunas autorizadas por la FDA para proteger a las personas contra la COVID-19: la vacuna de Pfizer-BioNTech, la de Moderna y la de Janssen (Johnson & Johnson).

Los pacientes con cáncer de la sangre están entre los que corren mayor riesgo de enfermarse más gravemente y morir a causa de la COVID-19. Animamos a los pacientes con cáncer de la sangre a vacunarse, a menos que tengan cierta contraindicación médica a las vacunas. Debido a que las vacunas tal vez no surtan efecto pleno en todos los pacientes con cáncer de la sangre, también recomendamos, como un nivel adicional de protección, que sigan tomando todas las medidas preventivas contra la infección.

¿Quiénes reúnen los requisitos para vacunarse?

Se ha autorizado el uso de la vacuna de Pfizer-BioNTech en personas de 12 años de edad en adelante. En el caso de las vacunas de Moderna y Johnson & Johnson, la autorización corresponde a personas de 18 años en adelante. El esquema de vacunación en niños es el mismo que en adultos: dos dosis, con tres semanas entre las dosis. El personal de LLS recomienda que los padres, tutores y/o cuidadores consulten con el equipo de profesionales médicos encargados de la atención de su hijo tan pronto como sea posible para elaborar un plan de vacunación.

¿Cuándo se dispondrá de una vacuna para niños menores de 12 años de edad? ¿Y para niños con cáncer?

Actualmente hay ensayos clínicos pediátricos en curso para niños menores de 12 años de edad, y los funcionarios del sector de la salud esperan contar con los resultados más adelante este año. A pesar de que las vacunas tal vez no estén disponibles para todos los niños hasta principios del 2022, algunos podrían reunir los requisitos para vacunarse más pronto, entre ellos, aquellos que tienen afecciones de alto riesgo. Es conveniente que empiece a hablar sobre los planes de vacunación con el oncólogo de su hijo.

¿Llegará la vacunación contra la COVID-19 a ser anual, como en el caso de la gripe?

Los funcionarios de los CDC han confirmado que formularán una recomendación sobre las dosis de refuerzo una vez que dispongan de los datos de los ensayos clínicos correspondientes. Actualizaremos esta página de preguntas frecuentes a medida que obtengamos más información de los ensayos clínicos que están en curso.

 

¿Hay recursos para inmigrantes que enfrentan barreras que impiden su acceso a las vacunas?

La Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA, por sus siglas en inglés) ha elaborado dos hojas informativas, disponibles en inglés y en español, para ayudar a los pacientes y profesionales médicos a entender mejor esta situación. Esto se dio en respuesta a inquietudes sobre las barreras que algunos inmigrantes enfrentan debido a requisitos de documentación previos a la vacunación contra la COVID-19 y a facturas por costos de vacunación contra la COVID-19 que fueron enviadas indebidamente a algunas personas.

¿Cómo puedo obtener asistencia con la inscripción para recibir la vacuna contra la COVID-19?

Puede comprobar la disponibilidad y los lugares de distribución en su área, así como buscar información sobre cómo hacer una cita para vacunarse, en el sitio web del departamento de salud pública de su zona. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) también cuentan con un recurso en su sitio web para buscar lugares donde puede vacunarse (haga clic aquí).

¿Qué está haciendo LLS para ayudar a que los pacientes con cáncer de la sangre tengan acceso a las vacunas contra la COVID-19?

La Oficina de Políticas Públicas de LLS está cumpliendo con su parte al asegurarse de que los legisladores encargados del plan de distribución de vacunas en el país tomen en cuenta los intereses de los pacientes con cáncer de la sangre. Nuestros esfuerzos se resumen a continuación.

Casa Blanca

Solamente un enfoque amplio nacional puede abordar los diversos retos que dificultan el acceso a las vacunas contra la COVID-19. Nosotros en LLS, junto con otras organizaciones asociadas, estamos vigilando atentamente el proceso de distribución de vacunas a cargo de la administración del presidente Biden. Les comunicaremos a los funcionarios de esta administración las estrategias que creemos que mejorarán el acceso a las vacunas y, asimismo, actualizaremos nuestras recomendaciones a medida que la situación evolucione. También estamos en comunicación con legisladores de los gobiernos estatales.

Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP, por sus siglas en inglés)

Según las directrices del ACIP, los pacientes con cáncer tienen alta prioridad para la vacunación, por lo que se incluyen en la “Fase 1c”. Se recomienda que los estados sigan las recomendaciones del ACIP, pero no están obligados a hacerlo. El pasado enero, compartimos nuestra posición con este comité. Elogiamos la designación de alta prioridad que otorgó a los pacientes con cáncer de la sangre. No obstante, también les recordamos a sus miembros la importancia de que estén al tanto de los datos emergentes específicos del riesgo que implica la COVID-19 para los pacientes con cáncer de la sangre. Además, instamos a los miembros del ACIP a que aconsejen a los gobiernos estatales sobre cómo optimizar los procesos de inscripción para vacunarse y evitar que dichos procesos sean una carga excesiva para los pacientes.

PREGUNTAS SOBRE LA EFICACIA Y SEGURIDAD DE LAS VACUNAS

¿Son seguras las vacunas contra la COVID-19 para los pacientes con cáncer de la sangre?

Se demostró en ensayos clínicos que las tres vacunas son seguras, y más de 182 millones de estadounidenses han recibido al menos una dosis de alguna de las vacunas hasta ahora. (El enlace está en inglés). La vacunación contra la COVID-19 puede ofrecerse a los pacientes con cáncer de la sangre que están en tratamiento activo o que lo han completado, así como a los sobrevivientes, si es que no tienen ninguna otra contraindicación relacionada con estas vacunas.

El personal de LLS recopiló datos relevantes de pacientes y sobrevivientes de cáncer de la sangre a través de nuestro Registro Nacional de Pacientes (el enlace está en inglés). Hemos averiguado que el perfil de efectos secundarios de las vacunas que actualmente están autorizadas es muy similar en pacientes y sobrevivientes de cáncer de la sangre, en comparación con la población general. Haga clic aquí para leer más información (en inglés) acerca de los resultados.

Entretanto, sigue llegando más información sobre lo peligroso que es el virus para los pacientes con cáncer, especialmente para los que tienen cáncer de la sangre, por lo que la vacunación es muy importante. Sin embargo, el cáncer y su tratamiento pueden afectar la respuesta del sistema inmunitario del paciente a las vacunas. Si bien algunos pacientes podrían presentar una respuesta inmunitaria menos fuerte a la vacuna, un poco de protección es mejor que ninguna y la vacunación es importante para reducir el riesgo o la gravedad de la COVID-19 en los pacientes con cáncer. En LLS animamos a los pacientes con cáncer de la sangre a vacunarse, a menos que tengan cierta contraindicación médica a las vacunas.

Incluso después de la vacunación, como un nivel adicional de protección, los pacientes con cáncer deberían seguir tomando las medidas adecuadas de prevención, entre ellas, llevar mascarillas, cumplir con el distanciamiento social, lavarse las manos con frecuencia y evitar las multitudes y los espacios cerrados con mala ventilación. También deberían alentar a quienes los rodean a vacunarse, por su propia protección y para disminuir el riesgo de que les transmitan el virus.

¿Son eficaces las vacunas contra la COVID-19 en los pacientes con cáncer de la sangre?

Si bien no hay razón para creer que la seguridad de las vacunas será diferente en los pacientes con cáncer, todavía hay preguntas importantes que responder sobre la medida en que inducen estas vacunas la inmunidad en los pacientes con cáncer de la sangre, en particular los que están en tratamiento activo. La mayoría de los expertos concuerdan en que los riesgos asociados a la COVID-19 superan cualquier riesgo de la vacunación y que cualquier nivel de protección es mejor que ninguno.

Pero, es importante saber que algunos pacientes con cáncer tal vez no puedan producir una respuesta inmunitaria plena debido a su cáncer o al tratamiento del mismo. Por eso es importante que estos pacientes se vacunen y sigan tomando otras medidas preventivas como lavarse las manos, llevar mascarillas, cumplir con el distanciamiento social y evitar las multitudes y los espacios cerrados con mala ventilación, incluso después de haberse vacunado.

¿Son eficaces las vacunas contra la COVID-19 en cuanto a la protección contra la variante delta?

Si bien las vacunas contra la COVID-19 que están disponibles siguen siendo altamente eficaces, tal vez ofrezcan menos protección contra la variante delta que contra la cepa original del virus. El mejor consejo es vacunarse, pero, como un nivel adicional de protección, también seguir tomando otras precauciones como llevar una mascarilla, cumplir con el distanciamiento social y evitar las multitudes.

Sin embargo, algunos datos prometedores provenientes de Israel indican que la eficacia de la vacuna de Pfizer es del 94% en cuanto a la prevención de casos graves de la enfermedad. Por separado, un análisis realizado por el Departamento de Salud del Reino Unido (Public Health England) indicó que las dos dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech, así como las dos dosis de la vacuna de AstraZeneca tuvieron una eficacia superior al 90% en cuanto a evitar la hospitalización a causa de la variante delta.

En función de lo que sabemos ahora, las personas que están vacunadas contra la COVID-19 parecen estar a salvo de la variante delta. Pero, toda persona que no esté vacunada ni ponga en práctica las estrategias preventivas corre el riesgo de infectarse por la variante nueva y altamente contagiosa de la enfermedad.

Las personas con cáncer de la sangre corren un alto riesgo de enfermarse gravemente a causa de la COVID-19. Por lo tanto, a menos que esté contraindicado, lo animamos a vacunarse con cualquiera de las vacunas autorizadas contra la COVID-19 que le ofrezcan.

¿Cómo está ayudando LLS a la comunidad de pacientes con cáncer de la sangre a informarse más acerca de las vacunas contra la COVID-19?

Nuestro Registro Nacional de Pacientes brinda a los pacientes con cáncer de la sangre, de 18 años de edad en adelante, la oportunidad única de unirse a los esfuerzos de LLS para aumentar el conocimiento científico sobre la forma en que la COVID-19 y las vacunas contra ella los afectan. Visite www.lls.org/registry para obtener más información (en inglés). Para obtener más apoyo, llame al (855)-244-8493 o envíe un correo electrónico a LLSsupport@ciitizen.com.

Si usted es un participante actual del registro y tiene más preguntas sobre sus pruebas de anticuerpos, visite nuestra página de preguntas frecuentes sobre el estudio COVID (en inglés).

Nuestros investigadores están recopilando datos para aumentar nuestros conocimientos acerca de la manera en que las personas con distintos tipos de cáncer de la sangre responden a la COVID-19 y a las vacunas contra ella. Esto se está haciendo con el fin de que las estrategias y el esquema de vacunación puedan adaptarse a los pacientes, para aprovechar al máximo la protección que obtienen de la vacunas. Compartiremos los resultados de estos estudios de investigación con los pacientes y la comunidad médica, y ya hemos compartido los datos preliminares de seguridad. (Ambas páginas web sobre el registro están en inglés).

También es fundamental ampliar los ensayos clínicos y recopilar datos que incluyan a pacientes con inmunosupresión, entre ellos, pacientes con cáncer de la sangre que están en tratamiento activo.

He tenido reacciones alérgicas graves en el pasado debido a vacunas o medicamentos inyectables. ¿Todavía puedo vacunarme contra la COVID-19?

Las reacciones alérgicas graves a componentes específicos de las vacunas contra la COVID-19 de Pfizer-BioNTech, Moderna o Johnson & Johnson sí constituye una contraindicación de la vacunación. Todas las demás reacciones alérgicas graves, incluyendo la anafilaxia, a otras vacunas o a cualquier terapia inyectable (p. ej., por vía intramuscular, intravenosa o subcutánea) son motivo de precaución, pero dichas reacciones no constituyen una contraindicación de la vacunación contra la COVID-19.

Algunas personas que recibieron una vacuna contra la COVID-19 han informado la hinchazón de ganglios linfáticos en la axila del brazo en el cual les administraron la vacuna, de 2 a 4 días después de haberla recibido. La hinchazón de un ganglio linfático puede ser una reacción, o sea un efecto secundario frecuente de cualquier vacuna. Los ganglios linfáticos suelen recuperar su tamaño normal en un lapso de cuatro semanas. En la mayoría de los casos, no es necesario realizar ninguna otra prueba de imagenología ante la aparición de ganglios linfáticos hinchados después de una vacunación reciente, a menos que la hinchazón persista o se presenten otros síntomas. Es comprensible que en el caso de algunos pacientes con cáncer, para quienes el agrandamiento de un ganglio linfático ha sido un signo de su cáncer, cualquier agrandamiento pueda ser un motivo de preocupación. Debería comunicarse con el equipo de profesionales médicos encargados de su atención para determinar cómo procurar el seguimiento adecuado si presenta agrandamiento de un ganglio linfático tras la aplicación de la vacuna.

Nosotros en LLS le recomendamos encarecidamente que hable con el profesional médico encargado de su atención sobre cualquier pregunta o inquietud que tenga acerca de los posibles riesgos de vacunarse.

¿Cómo funcionan estas nuevas vacunas?

Todas las vacunas tienen el mismo objetivo: hacer que el cuerpo produzca anticuerpos protectores contra una enfermedad sin enfermar a la persona. Las vacunas de Pfizer y Moderna emplean una tecnología denominada “ARN mensajero” (ARNm) para dar instrucciones a las células del cuerpo para que produzcan proteínas virales. En este caso, las células aprenden a producir la denominada “proteína de la espícula” que se encuentra en la superficie del virus causante de la COVID-19. Esta es la primera vez que se ha empleado esta tecnología para crear una vacuna. La vacuna de Johnson & Johnson emplea un vector viral, que es un tipo de tecnología biológica que se ha estado usando desde la década de 1970. De una forma parecida a las vacunas de ARN mensajero, las vacunas de vector viral contra la COVID-19 emplean material genético para ayudar a entrenar al sistema inmunitario para que reconozca la proteína de la espícula en la superficie del coronavirus y responda en consecuencia.

Las tres vacunas desencadenan una respuesta inmunitaria que produce anticuerpos, lo que ayuda al cuerpo a reconocer y combatir la infección si llegara a estar expuesto al virus. La gran velocidad a la cual las vacunas se han puesto a disposición es realmente extraordinaria, pero su desarrollo está basado en décadas de investigación rigurosa y minuciosamente revisada.

He leído acerca de un estudio realizado en el Reino Unido en el cual se encontró que la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer brinda menos protección a los pacientes con cáncer luego de una sola dosis. Como paciente con cáncer de la sangre, ¿aun así debería vacunarme?

Este estudio también demostró que los pacientes con cáncer tuvieron una respuesta inmunitaria mucho mayor luego de la segunda dosis de la vacuna. Mientras que en el Reino Unido se está postergando la administración de la segunda dosis de la vacuna, en los Estados Unidos se están cumpliendo con los intervalos recomendados de dosificación: 21 días en el caso de la vacuna de Pfizer-BioNTech, y 28 días en el de la vacuna de Moderna (la vacuna de Johnson & Johnson se administra en una dosis única). Pero, los hallazgos de este estudio sí demuestran lo que muchos suponían: que algunos pacientes con cáncer de la sangre no estarán completamente protegidos por la vacunación.

No obstante, los pacientes con cáncer de la sangre corren el riesgo de tener desenlaces clínicos más graves a causa de la COVID-19, entre ellos, períodos más prolongados de enfermedad y tasas de mortalidad más altas, por lo que tienen que tomar todas las medidas posibles para proteger su salud. En LLS animamos a los pacientes con cáncer de la sangre a vacunarse, pero actuar como si no estuvieran vacunados. Es decir, mantener las medidas preventivas que se recomiendan —tales como llevar una mascarilla, cumplir con el distanciamiento social, lavarse las manos frecuentemente y evitar las multitudes y los espacios cerrados con mala ventilación—, incluso después de haberse vacunado.

La declaración completa está disponible aquí (en inglés).

PREGUNTAS SOBRE LA COVID-19 Y CÓMO AFECTA A LOS PACIENTES CON CÁNCER DE LA SANGRE

¿Causa la COVID-19 síntomas distintos en los pacientes con cáncer en comparación con las demás personas?

En general, los síntomas de la enfermedad son los mismos en los pacientes con cáncer que en la población general. Una excepción puede ser la de los pacientes que toman esteroides u otros medicamentos para el tratamiento de la leucemia o el linfoma. Dichos tratamientos pueden suprimir la fiebre. Como consecuencia, en los pacientes con COVID-19 que toman estos tipos de medicamentos, puede que no se detecte fiebre o que la fiebre no sea tan alta como lo es en otras personas con la infección.

Soy un paciente con leucemia linfocítica crónica (CLL, por sus siglas en inglés) o mieloma múltiple (MM) que ha leído acerca de estudios que sugieren que las vacunas basadas en la tecnología del ARNm tal vez ofrezcan menos protección a las personas con ciertos tipos de cáncer de la sangre. ¿Debería preocuparme esto?

En LLS hemos recibido comentarios de algunos pacientes con cáncer de la sangre y sus cuidadores que se preocupan por las nuevas investigaciones que sugieren que las vacunas basadas en la tecnología del ARNm tal vez ofrezcan menos protección a las personas con ciertos tipos de cáncer de la sangre. (El enlace está en inglés). Los hallazgos de investigaciones recientes confirman lo que nosotros en LLS y otros expertos esperábamos: que ciertos tipos de cáncer de la sangre y sus tratamientos pueden afectar la intensidad de la respuesta inmunitaria que una persona presenta a la vacuna. Por esta razón recomendamos la vacunación y, como un nivel adicional de protección, que también siga tomando medidas preventivas (llevar una mascarilla, cumplir con el distanciamiento social, evitar las multitudes, etc.).

¿Cómo puedo mantenerme al día de las últimas novedades sobre la COVID-19?

Visite esta página web a menudo para recibir las últimas actualizaciones de LLS. También puede recibir respuestas a otras preguntas frecuentes o informarse más visitando las páginas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (a las que puede acceder aquí) y comunicándose con el departamento de salud pública de su zona. Además, la Sociedad Estadounidense de Hematología (ASH, por sus siglas en inglés) ha elaborado una serie de preguntas frecuentes, clasificadas según el tipo de neoplasia maligna, para pacientes con leucemia, linfoma, mieloma múltiple y síndromes mielodisplásicos. (La página de ASH está en inglés).

¿Cubre el seguro médico las pruebas de detección de la COVID-19 y la atención médica correspondiente?

Usted podría o no incurrir en gastos de su bolsillo si se somete a pruebas de detección de la COVID-19, o si necesita recibir medicamentos u otro tipo de atención para tratar la enfermedad. Tendrá que verificar la cobertura con su compañía de seguros médicos. A continuación se ofrecen algunos consejos y recursos para comenzar:

He visto noticias acerca de varios estudios sobre la manera en que la COVID-19 afecta a los pacientes con cáncer de la sangre. ¿Cuáles son algunas de las actualizaciones y conclusiones clave?

Las comunidades médica y científica están aprendiendo cada día más sobre la manera en que la COVID-19 afecta a los pacientes con cáncer de la sangre. De hecho, en la 62da reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Hematología en diciembre, se dedicaron varias sesiones a este tema.

Algunas de las conclusiones clave son:

  • Es fundamental que los pacientes con cáncer de la sangre y sus cuidadores sigan tomando las precauciones correspondientes para disminuir su riesgo de exposición al virus. Más estudios han confirmado que los pacientes con cáncer de la sangre, especialmente aquellos que están en tratamiento activo, corren mayor riesgo de enfermarse gravemente y morir a causa de la COVID-19. Además, la capacidad del paciente de producir anticuerpos protectores contra la COVID-19 puede verse afectada por el tratamiento activo con una quimioterapia que agota los linfocitos (incluyendo las terapias que no constituyen quimioterapias tradicionales).
  • En el caso de los pacientes inmunocomprometidos, podría ser necesario reconsiderarse las directrices con respecto a las precauciones de aislamiento por COVID-19. En algunos pacientes con COVID-19, la duración del período de propagación del virus (la cantidad de tiempo en el que usted puede seguir infectando a los demás) puede ser mayor que en otros, lo que podría exigir períodos más largos de cuarentena.
  • Debe mantenerse en contacto con el profesional médico encargado de su atención para informarle de sus síntomas de COVID-19. Un estudio mostró que tal vez haya una mayor tasa de resultados falsos negativos de la prueba de detección de la COVID-19 con muestra nasal entre los pacientes con cáncer de la sangre, especialmente aquellos que están en tratamiento activo. Un resultado falso negativo se refiere a que la prueba indica que el paciente no está infectado por el virus cuando en realidad sí lo está. Es necesario que se realicen más investigaciones, ya que este estudio contó con un pequeño número de pacientes. Ahora mismo, el mejor consejo es que hable con el profesional médico encargado de su atención si tiene algún síntoma que sugiera una infección por el virus causante de la COVID-19, incluso si ha dado negativo en la prueba. El profesional médico puede aconsejarle sobre la necesidad de repetir la prueba, o si debería considerar la opción de someterse a una prueba más sensible.
  • Es esencial aumentar el conocimiento científico sobre la forma en que la COVID-19 y las vacunas contra dicha enfermedad afectan a los pacientes con cáncer. Nuestro Registro Nacional de Pacientes brinda a los pacientes con cáncer de la sangre la oportunidad única de unirse a los esfuerzos de LLS para aumentar el conocimiento científico sobre la forma en que la COVID-19 y las vacunas contra ella los afectan. Visite www.lls.org/registry (en inglés) para informarse sobre cómo inscribirse. Si usted es un participante actual del registro y tiene más preguntas sobre sus pruebas de anticuerpos, visite nuestra página de preguntas frecuentes sobre el estudio COVID (en inglés).

Soy un paciente con linfoma o leucemia que ha recibido la vacuna contra la COVID-19. ¿Debería someterme a una prueba de anticuerpos para determinar la eficacia de la vacuna?

Tener anticuerpos contra el SARS-CoV-2, el virus causante de la COVID-19, parece proteger en cierta medida a las personas de infectarse por el virus y de enfermarse gravemente a causa del mismo. Todavía no sabemos si estarán protegidos aquellos pacientes que no tienen dichos anticuerpos, o que no producen una respuesta tan fuerte de anticuerpos contra el virus. Hay otros tipos de inmunidad que podrían brindar protección. Las células inmunitarias denominadas células T tienen una función en la capacidad de nuestro sistema inmunitario para protegernos contra la COVID-19. Esta es una de las cuestiones que LLS está evaluando a través de nuestro Registro Nacional de Pacientes (el enlace está en inglés). Luego de que se unan al registro y otorguen su consentimiento para compartir sus registros médicos, les ofrecemos a los participantes la realización de pruebas de anticuerpos antes y después de que se vacunen contra la COVID-19. Compartiremos los hallazgos de estas pruebas de sangre con los pacientes y la comunidad médica.

PREGUNTAS SOBRE LA COVID-19 Y LA VACUNACIÓN DURANTE EL TRATAMIENTO DEL CÁNCER DE LA SANGRE

Soy un paciente con diagnóstico reciente de cáncer de la sangre. ¿Debería vacunarme contra la COVID-19 antes del tratamiento?

Debido a que la situación de cada persona es distinta, recomendamos que hable con su oncólogo sobre los riesgos y beneficios de vacunarse contra la COVID-19. Por lo general, es mejor vacunarse antes del tratamiento, ya que la respuesta inmunitaria a la vacuna puede verse afectada en los pacientes que reciben tratamientos contra el cáncer que afectan al sistema inmunitario.

Soy un paciente con cáncer de la sangre en tratamiento activo con quimioterapia. ¿Soy más propenso a la infección por el virus causante de la COVID-19?

En la reunión sobre la COVID-19 y el cáncer de la Asociación Estadounidense de Investigación Oncológica (AACR, por sus siglas en inglés), se presentaron los resultados de un estudio en el que se mostró que los pacientes con cáncer en tratamiento activo con quimioterapia no corrieron un riesgo mayor de contraer la COVID-19. Si se toman las precauciones adecuadas en el entorno clínico, las interrupciones en la administración de tratamientos contra el cáncer que salvan vidas deberían reducirse al mínimo durante la pandemia de COVID-19. Recomendamos que haga cualquier pregunta que tenga sobre su atención médica para el cáncer a su oncólogo y los demás miembros del equipo de profesionales médicos.

Soy un paciente con cáncer que recibió una terapia que agota los linfocitos (p. ej., rituximab, blinatumomab, globulina antitimocítica, alemtuzumab, etc.). ¿Cuándo puedo vacunarme?

Según las pautas provisionales de vacunación del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering en la ciudad de Nueva York, en el caso de pacientes que han recibido una terapia que agota los linfocitos, es razonable pensar en retrasar la vacunación hasta seis meses después de finalizada la terapia, o hasta que haya indicios de reconstitución linfocitaria. (El enlace está en inglés). Recomendamos que hable sobre sus preguntas o inquietudes específicas con el equipo de profesionales médicos encargados de su atención, ya que la experiencia de cada paciente es única.

Soy un paciente con linfoma que toma rituximab (Rituxan®) u obinutuzumab (Gazyva®). ¿Será eficaz la vacuna contra la COVID-19 en mi caso?

Según los datos presentados en la reunión sobre la COVID-19 y el cáncer de la Asociación Estadounidense de Investigación Oncológica (AACR), el uso de fármacos dirigidos a CD20, tales como el rituximab y el obinutuzumab, estaba asociado a casos graves de COVID-19 en pacientes con linfoma. Estos pacientes pueden presentar inmunodeficiencia debido a las características particulares de su enfermedad o a su régimen de tratamiento, lo cual puede provocar un aumento de la incidencia y gravedad de las infecciones.

Se sabe que ciertas terapias contra el linfoma, especialmente el rituximab y el obinutuzumab, afectan la respuesta de anticuerpos aún tras su suspensión. Los pacientes deberían asumir que aún están en riesgo y seguir manteniéndose alerta, incluso después de haberse vacunado.

Consulte con el profesional médico encargado de su atención si tiene alguna pregunta, y no interrumpe su tratamiento sin antes hablar con el equipo de profesionales médicos.

Soy un paciente con leucemia linfocítica crónica (CLL, por sus siglas en inglés) que dio positivo en la prueba de detección de la COVID-19. ¿Debería continuar mi tratamiento con inhibidores de BTK, entre ellos, el ibrutinib y el acalabrutinib?

Los informes recientemente publicados sugieren que el uso de inhibidores de BTK (ibrutinib y acalabrutinib) puede brindar un posible beneficio a las personas con casos graves de la COVID-19. A pesar de que se necesitan estudios controlados para confirmar estos resultados, la recomendación actual de la Sociedad Estadounidense de Hematología (ASH) es que se sigan empleando inhibidores de BTK en los pacientes con leucemia linfocítica crónica con diagnóstico de COVID-19. (El enlace está en inglés).

¿Se deberían administrar vacunas contra la COVID-19 a las personas que han recibido un autotrasplante o un alotrasplante de células hematopoyéticas, o células T con receptores de antígenos quiméricos?

Las personas que se han sometido a un trasplante de células hematopoyéticas (HCT, en inglés) o que han recibido células T con receptores de antígenos quiméricos (CAR-T, en inglés) suelen presentar inmunosupresión durante meses tras el tratamiento debido a las terapias de mantenimiento y a los medicamentos inmunosupresores, entre otros factores. Según la evidencia actual, las vacunas disponibles podrían ofrecerse a estas personas tan pronto como tres meses después de un trasplante de células hematopoyéticas o de una terapia CAR-T, a pesar de que su eficacia podría verse reducida en comparación con los resultados que se observan en la población general.

Si usted es un paciente que se sometió a alguno de estos tratamientos, hable con su oncólogo y los demás miembros del equipo de profesionales médicos con respecto a cualquier pregunta que tenga sobre la vacunación. Incluso después de haberse vacunado, como un nivel adicional de protección, siga tomando todas las precauciones de seguridad (llevar una mascarilla, cumplir con el distanciamiento social, evitar las multitudes, etc.).

PREGUNTAS SOBRE LOS ANTICUERPOS MONOCLONALES

¿Qué es un anticuerpo monoclonal?

Cuando una persona entra en contacto con un agente infeccioso, incluyendo el virus que causa la
COVID-19, el cuerpo produce anticuerpos naturalmente a fin de combatirlo. La persona puede producir varios tipos distintos de anticuerpos para combatir la infección. Las vacunas están diseñadas para ayudar a las personas a producir estos mismos anticuerpos sin correr el riesgo de enfermarse debido a la infección propiamente dicha. Los anticuerpos monoclonales son un único tipo de anticuerpo producido en el laboratorio, ya sea para combatir una infección o, en el caso del rituximab, para combatir células malignas. Se administran a los pacientes por medio de una infusión intravenosa. Actualmente hay anticuerpos que se administran solos, así como cócteles (combinaciones) de varios anticuerpos que pueden administrarse a los pacientes para obtener un refuerzo inmediato de anticuerpos contra el virus que causa la COVID-19.

¿Hay algún tratamiento con anticuerpos monoclonales que esté aprobado para la COVID-19?

Actualmente, dos tratamientos con anticuerpos monoclonales (o “mAb”, por su abreviatura en inglés) han obtenido la autorización de uso de emergencia de la FDA: bamlanivimab y una combinación de casirivimab e imdevimab. Estos tratamientos pueden administrarse a pacientes (de 12 años de edad en adelante) con diagnóstico reciente de COVID-19 que corren un alto riesgo de progresión a enfermedad grave. El tratamiento debe administrarse en los primeros 10 días a partir de la aparición de los síntomas y, para recibirlo, es necesario que el paciente no haya sido hospitalizado.

¿Quién cumple los criterios para recibir tratamientos con anticuerpos monoclonales?

Los tratamientos con anticuerpos monoclonales (mAb, en inglés) solo pueden administrarse mediante infusión intravenosa en centros médicos especializados. Actualmente solo pueden administrarse a personas que tienen casos documentados de infección por el virus de la COVID-19. La FDA ha autorizado el uso de los tratamientos con anticuerpos monoclonales para casos de COVID-19 de leves a moderados en pacientes con “alto riesgo de progresión a enfermedad grave”. La FDA aclara que esto se refiere a cumplir al menos uno de los siguientes criterios:

  • Tener un índice de masa corporal (BMI, en inglés) igual o mayor que 35
  • Padecer de enfermedad renal crónica, diabetes o inhibición del sistema inmunitario (el enlace está en inglés)
  • Ser mayor de 65 años
  • Ser mayor de 55 años y padecer de enfermedad cardiovascular, hipertensión, enfermedad pulmonar obstructiva crónica u otra enfermedad respiratoria crónica
  • Tener entre 12 y 17 años de edad y un índice de masa corporal igual o mayor que el del percentil 85 (en función de edad y sexo), anemia drepanocítica, enfermedad cardíaca, un trastorno del desarrollo neurológico, dependencia tecnológica debida a una enfermedad, asma u otra enfermedad respiratoria crónica que requiera una medicación diaria (los enlaces están en inglés)

Actualmente, no hay ningún ensayo clínico para la evaluación del tratamiento preventivo con anticuerpos monoclonales en pacientes con cáncer que esté en un período de inscripción activa. Si esto cambia, actualizaremos esta página con más información.