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Eli

Sobreviviente de Linfoma

Indianapolis, IN

 

16 de marzo de 2013. Nunca voy a olvidar el momento en que vi por primera vez el bulto. Acudimos al pediatra esa tarde. Nuestro médico miró a Eli y dijo: “No se preocupen. Esto no es cáncer”.

 

Un mes después, cuando fuimos para un chequeo, el médico nos sugirió que fuéramos al Hospital Riley para que lo examinaran. Fuimos allí en mayo y nos dijeron que sería necesario hacerle un estudio de imágenes por resonancia magnética (MRI scan, en inglés). Nunca olvidaré que nos decían una y otra vez: “estas cosas rara vez son cáncer”.

 

Tras los estudios de imágenes por resonancia magnética y de ultrasonido, decidieron extraerlo. Esto ocurrió en agosto, seis meses después de que les informé del problema por primera vez. Nos llamaron el 14 de agosto para informarnos que era linfoma.

 

A la mañana siguiente teníamos que reunirnos con el cirujano. Mis recuerdos de esa mañana son borrosos, pero tan intensos. “Aterrorizado” ni siquiera se acerca a lo que se siente al entrar en un cuarto para escuchar la probabilidad que tiene tu hijo de sobrevivir. El médico entró detrás nuestro y cerró la puerta. Se sentó y sus palabras exactas fueron: “este cáncer es casi 100% curable”. Siguió explicándome que, 30 años atrás, Eli probablemente no habría sobrevivido. En ese momento supe que, debido a que otras personas recaudaron dinero y abogaron por los pacientes con cáncer de la sangre, mi hijo viviría. Personas que ni siquiera me conocían hicieron esto por mí.

 

El lunes fuimos a reunirnos con nuestra “familia” de profesionales médicos en el Hospital Riley. Programaron una tomografía por emisión de positrones combinada con tomografía computarizada (PET-CT scan, en inglés) para el día siguiente, a fin de determinar la etapa de la enfermedad. Recibimos una llamada diciendo que las imágenes mostraban otra mancha en los intestinos y que, si esto terminaba siendo cáncer, constituiría un cáncer en etapa 4. Me aseguraron que incluso en etapa 4 sería posible vencer este cáncer. Entonces programaron una colonoscopia. Después de tres días de esperar, me llamaron para decirme que los resultados de las pruebas eran bien claros, y que la quimio empezaría el jueves.

 

Después de seis semanas de quimioterapia, el 29 de octubre de 2013 escuchamos esas dulces palabras: “El cáncer de Eli ha desaparecido”. Hemos sido tan afortunados de escuchar esas palabras otra vez en los últimos 16 meses, cuando pasamos de los exámenes cada tres a cada seis meses. Este año, con 18 meses detrás nuestro, solo necesito escuchar esas dulces palabras una vez más. Después, podemos cerrar otro capítulo de este libro: no habrá más estudios de imagenología, solo un análisis de sangre anual.

 

Estos son algunos detalles del linfoma de Eli: Es un subtipo infrecuente llamado linfoma de Hodgkin “con predominio linfocítico nodular”, y nos dijeron que se les diagnostica este tipo de cáncer a menos de 50 niños por año. El de Eli se encontraba frente a la oreja. El suyo es el único caso conocido de linfoma de Hodgkin con predominio linfocítico nodular en esa zona del cuerpo.

 

Por último, si usted está leyendo esto, gracias. Usted es una de las personas que, aun sin conocer a mi familia, lucha por nosotros. Se lo agradecemos y lo apreciamos.