El estudio más importante hasta la fecha demuestra que la mayoría de los pacientes con cáncer de la sangre se benefician de una tercera dosis primaria de la vacuna contra la COVID-19 de tipo ARNm
El estudio respalda la recomendación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) para adultos inmunocomprometidos.
Rye Brook, N.Y., 13 de diciembre de 2021 – Si bien uno de cada cuatro pacientes con cáncer de la sangre no produce anticuerpos detectables después de las primeras dos dosis de la vacuna contra la COVID-19, el 43 % producirá anticuerpos después de una tercera dosis, según nueva información de la Sociedad de Lucha contra la Leucemia y el Linfoma (LLS, por sus siglas en inglés). Para algunos pacientes con cáncer de la sangre, la tercera dosis generó niveles de anticuerpos que se observan en adultos sanos. Esto se confirmó al medir los niveles de anticuerpos detectables contra la proteína de la espícula en el virus SARS-CoV-2 antes y después de la tercera dosis de las vacunas contra la COVID-19 de tipo ARNm. Los resultados del estudio, el más grande de su tipo hasta el momento, también revelaron que los pacientes con cáncer de la sangre que tuvieron al menos un poco de anticuerpos después de las primeras dos dosis tienen probabilidades de producir grandes cantidades después de la tercera vacuna.
“Nuestros datos muestran un claro beneficio al administrar a los pacientes con cáncer de la sangre tres dosis de vacunas primarias, pero aún hay una gran cantidad de pacientes que seguirán estando en riesgo, incluso con la dosis adicional”, dice Lee Greenberger, Ph.D., director científico general de LLS. En este estudio, aproximadamente el 20 % (139/699) de los pacientes con cáncer de la sangre aún no tenían anticuerpos mensurables contra la COVID-19 después de la tercera dosis. Los resultados, que se comunicaron el sábado en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Hematología (ASH, por sus siglas en inglés) en Atlanta, pertenecen al grupo más grande de pacientes con cáncer de la sangre hasta el momento.
Las vacunas estimulan la producción de anticuerpos contra la proteína de la espícula, que pueden bloquear el ingreso del virus de la COVID-19 en las células humanas. Tener estos anticuerpos parece brindar protección para no enfermarse o para no tener una forma grave de la enfermedad. Sin embargo, para muchos pacientes con cáncer de la sangre, es posible que sus niveles de anticuerpos no sean tan fuertes como los de los adultos sanos completamente vacunados, lo que los vuelve más susceptibles a una infección por el virus causante de la COVID-19.
Los datos comunicados por LLS son del Registro Nacional de Pacientes de LLS (en inglés), que ha estado llevando un seguimiento de la respuesta a la vacuna contra la COVID-19 de más de 11,000 pacientes con cáncer de la sangre desde febrero de 2021. LLS comunicó anteriormente hallazgos (en inglés) sobre la primera y la segunda dosis de las vacunas, así como también un estudio más pequeño (en inglés) con la tercera dosis en tiempo casi real, para ayudar a los pacientes con cáncer de la sangre y a sus oncólogos a tomar decisiones informadas sobre las vacunas y otras medidas que pueden tomar para evitar la infección.
El grupo más grande de datos del estudio actual, de 699 pacientes, aporta información más sólida sobre cómo funciona la tercera dosis de las vacunas contra la COVID-19 de tipo ARNm en pacientes con todos los tipos de cáncer de la sangre (Figura 1). El estudio no incluye información sobre la respuesta a las vacunas de Johnson & Johnson.
Se consideró la posibilidad de incluir en el estudio a más pacientes con cánceres de la sangre que agotan las células B del sistema inmunitario, que son las responsables de producir anticuerpos. Los pacientes con estos tipos de cáncer, incluida la leucemia linfocítica crónica, los linfomas difusos de células B grandes, los linfomas foliculares, los linfomas de zona marginal, los linfomas de células del manto y la macroglobulinemia de Waldenström, tienen menos probabilidades de desarrollar anticuerpos. En los pacientes que no produjeron anticuerpos con la vacuna inicial, la respuesta de anticuerpos después de la tercera vacunación varió del 0 % al 48 %.
En cambio, el resto de los participantes tenían formas mieloides de leucemia, linfoma de Hodgkin y mieloma múltiple, y todos tuvieron una tendencia a responder de forma más favorable a las vacunas iniciales y a la tercera vacunación. Los índices de anticuerpos detectables en estos pacientes variaron del 75 % al 100 %.
“Estos resultados son consistentes con la recomendación de los CDC para los adultos inmunocomprometidos, lo que demuestra el valor de una tercera dosis de vacuna de tipo ARNm para los pacientes con cáncer de la sangre como parte de la serie principal de vacunación con una dosis de refuerzo seis meses después”, explica Gwen Nichols, M.D., directora médica general de LLS. “Pero los pacientes con cáncer de la sangre también deben recordar que están entre los casi tres millones de estadounidenses con sistemas inmunitarios debilitados que pueden no tener una protección óptima con la vacuna. Recomendamos a los pacientes con cáncer de la sangre que sigan tomando precauciones adicionales, como llevar mascarilla y cumplir con el distanciamiento social”.
Algunos tratamientos contra el cáncer disminuyen la respuesta a la vacuna, pero hay uno que podría reforzarla.
Los tratamientos que agotan las células B, incluidos los tratamientos con inhibidores de la tirosina cinasa de Bruton (BTK, por sus siglas en inglés) y con anticuerpos anti-CD20, son fundamentales para tratar determinados tipos de cáncer, pero disminuyen la respuesta inmunitaria mientras los pacientes están en tratamiento o, en el caso de los anticuerpos anti-CD20, incluso muchos meses después de finalizado el tratamiento. De los pacientes con leucemia linfocítica crónica (320 en este estudio), que suelen recibir estos tratamientos, el 65 % que no había recibido tratamiento durante los dos años previos, produjo anticuerpos con la tercera vacuna. Sin embargo, de los que recibieron tratamientos con inhibidores de la BTK y anticuerpos anti-CD20 en los últimos dos años, solo del 23 % al 41 % produjo anticuerpos con la tercera dosis.
En cambio, los pacientes que reciben infusiones de anticuerpos como parte de su tratamiento normal contra el cáncer de la sangre podrían tener un beneficio inesperado. La inmunoglobulina intravenosa, o IVIG, se les suele administrar a los pacientes que reciben tratamientos con inhibidores de la BTK o anticuerpos anti-CD20, o que recibieron algún tipo de tratamiento con células T con receptores de antígenos quiméricos (CAR-T, por sus siglas en inglés) para reemplazar los anticuerpos que no producen sus propias células B. El nivel de anticuerpos contra la proteína de la espícula de la COVID-19 en la IVIG, que se deriva de los donantes de plasma de sangre, aumentó de forma considerable a medida que más estadounidense tuvieron COVID-19 o se vacunaron.
En este estudio, algunos de los pacientes que recibieron una infusión de IVIG, tuvieron niveles inusualmente altos de anticuerpos después de la tercera dosis de la vacuna, incluidos algunos que no produjeron anticuerpos detectables después de las primeras dos dosis. Si bien los investigadores no pueden descartar que el gran aumento en la cantidad de anticuerpos se debió exclusivamente a la tercera vacuna, es probable que las infusiones de IVIG tengan un papel importante.
Los pacientes con cáncer de la sangre deberían procurar proactivamente la vacuna contra la COVID-19 y la atención.
Los pacientes con cáncer de la sangre deberían seguir las recomendaciones de vacunación de los CDC. Pero como es posible que no reciban una protección óptima de la vacuna, deben seguir llevando mascarilla, cumplir con el distanciamiento social, evitar los espacios con mala ventilación y con multitudes y animar a quienes los rodean a que se vacunen para evitar la infección.
Los pacientes con cáncer de la sangre también deberían avisar a su oncólogo de inmediato
si tienen contacto con alguien que tiene COVID-19 o si tienen un resultado positivo para el virus. El tratamiento con anticuerpos puede ayudar a reducir el riesgo de enfermarse o de tener complicaciones graves por la COVID-19, pero el tratamiento debe empezar cuanto
antes después de la exposición. Además, esta semana la FDA autorizó un nuevo cóctel
de anticuerpos monoclonales que se pueden usar para prevenir la COVID-19 en pacientes inmunocomprometidos que no tienen una respuesta de anticuerpos adecuada a la vacunación.
Si bien una falta de anticuerpos mensurables puede significar que estos pacientes obtienen muy poca o ninguna protección de las vacunas, estas pueden estimular el sistema inmunitario de otras maneras. LLS y otros están llevando a cabo más estudios para evaluar otras formas en las que el sistema inmunitario puede responder a la vacunación, como la activación de las células T.
Figura 1
Para obtener más información sobre el Programa de respuesta contra la COVID-19 de LLS y sus colaboradores, visite este enlace: https://www.lls.org/es/covid-19-resources
Acerca del Registro Nacional de Pacientes de LLS
El Registro Nacional de Pacientes de LLS, un proyecto de Michael J. Garil Patient Data Collective, se creó para honrar la memoria de Michael Garil, a quien le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda en 1974 cuando tenía 7 años. Sus padres, Ethel y Bernard Garil han apoyado con generosidad la creación del Registro Nacional de Pacientes
de LLS para reunir información vital de un gran grupo de personas afectadas por los cánceres de la sangre. El ensayo actual se realizó con la revisión de una Junta de Revisión Institucional (IRB, por sus siglas en inglés) y el consentimiento electrónico de
los pacientes. Los datos se desidentificaron antes de ser analizados para conocer los resultados de las vacunas y todos los registros de los pacientes se mantienen de forma estrictamente confidencial.
Acerca de este estudio
El estudio actual incluye 699 pacientes inscritos en el Registro Nacional de Pacientes
de LLS que recibieron una tercera dosis de la vacuna contra la COVID-19 entre junio
y septiembre de 2021. El 75 % por ciento de los pacientes del estudio tenía formas de cáncer que se sabe disminuyen la respuesta inmunitaria a las vacunas de la COVID-19
y contra la infección por el virus de la COVID-19.
La edad promedio de los pacientes era de 68 años; el 55 % eran mujeres y el 95 % se identificó como caucásico. De conformidad con las recomendaciones de los CDC, la mayoría de los pacientes recibió la misma vacuna (Pfizer-BioNTech o Moderna) como tercera dosis, al igual que lo hicieron con las primeras dos. El estudio no incluye información sobre la respuesta a la vacuna de Johnson & Johnson ya que aproximadamente todos los pacientes del registro recibieron las vacunas de Moderna o Pfizer.
Acerca de la Sociedad de Lucha contra la Leucemia y el Linfoma
The Leukemia & Lymphoma Society® (LLS) es líder mundial en la lucha contra el cáncer. Misión de LLS: Curar la leucemia, el linfoma, la enfermedad de Hodgkin y el mieloma. LLS financia investigaciones sobre el cáncer de la sangre que salvan vidas en todo el mundo, brinda servicios de información y apoyo gratuitos y es la voz de todos los pacientes con cáncer de la sangre que buscan acceso a una atención de calidad, asequible y coordinada.
Fundada en 1949 y con sede en Rye Brook, Nueva York, LLS tiene oficinas regionales en todos Estados Unidos y Canadá. Para obtener más información, visite www.LLS.org. Los pacientes deben comunicarse con el Centro de Recursos de Información de LLS al (800) 955-4572, de lunes a viernes, de 9 a. m. a 9 p. m., hora del este.
Para obtener información adicional, visite lls.org/lls-newsnetwork (en inglés). Síganos en Facebook, Twitter e Instagram.
Contacto:
Irene Tung
Sociedad de Lucha contra la Leucemia y el Linfoma
Irene.tung@lls.org
(718) 414-7910